Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 11 de noviembre de 2022

Ya se les ve el plumero.

EL TIMO DE LA ESTAMPITA.

A mí no se me dan los negocios. Pero no por eso soy de los que satanizan a los empresarios.

Creo que los emprendedores son necesarios.

Puede que muchos sean oportunistas. Pero así y todo...

Y que hagan trampas a veces, molesta. Pero vaya...

Pero lo que está ocurriendo a escala planetaria ¡es demasiado!

Yo no soy un negacionista  porque, como podréis comprender, está fuera de mi alcance negar con conocimiento de causa que el cambio climático se deba a la gran cantidad de mierda que se está echando al medio ambiente. 

Pero tampoco soy "afirmacionista". Porque ¿cómo voy a saber que el cambio climático se deba a la referida cantidad de mierda vertida al medio ambiente?

Y en cualquier caso creo firmemente que no hay que contaminarlo todo de la manera tan asquerosa como se está haciendo.

Pero lo que me escama es que "con una buena campaña a todo el mundo se engaña".

Y creo que no hay que excluir la posibilidad de que nos la quieren meter doblada convenciéndonos de lo malo que es el anhídrido carbónico y en medio del batiburrillo dar paso al verdadero enemigo...

Y como se da por sentado que no vamos a renunciar al consumo desmedido de energía las máximas autoridades de la Unión Europea han determinado que la energía nuclear es verde, limpia e inocua. Por lo que procede producirla masivamente porque de ese modo quedaría resuelta la crisis energética.

Pues bien, esa "inocente" definición de esa energía es totalmente falsa.

En el último dominical de El País es un claro artículo, lujosamente ilustrado, nos vienen a decir que esa es una energía limpia e inocua, que los accidentes nucleares son escasísimos y por ello despreciables...

Pero no dice ni una sola palabra del enorme peligro que comportan los residuos nucleares, porque imperceptiblemente matan de cáncer a todo el que pilla. Y pilla a mucha gente.

Esos residuos ¡terriblemente dañinos! se guardan fatal. Porque son radiactivos y además requieren montones de años para reducirse a la mitad. Y otros tantos para que esa mitad se reduzca a la cuarta parte. Y así sucesivamente...

Y si se produce y de usa ese uranio masivamente ¡pues echen la cuenta!

Hasta -casi- ahora mismo nosotros, la gente de a pie, nos olíamos la tostada y decíamos que nones...

Pero esos macro-emprendedores parece que están percibiendo que empezamos a bajar la guardia...Y están arreciando la presión.

¡Pues claro que habrá que dejar de contaminar! Pero habrá que pensar en otra cosa, que no comporte una epidemia de cáncer universal.

¡Digo yo!

 

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