Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

sábado, 23 de enero de 2016

Bibliofilia infantil.

LA LETRA CON GUSTO ENTRA.
Tengo la costumbre de hacerle libros a mis nietos. Son, entre otras cosas, cápsulas de supervivencia.
Son libros de dibujos hechos con acuarelas que también tienen letras. En unos casos son libros de letras ilustrados. El primero de ellos fue un abecedario que le hice a Nico. A Jorge, su hermano, no le hice abecedario porque tenía el de su hermano. Le hice otro abecedario a Alberto. Y en estos días acabo de terminar un abecedario que le hice a Elia, del que voy a dar detalles en este post.
Elia tiene tres meses y ya se le ve afición por los libros. Le han prestado uno de colorido contundente y configuración muy concreta que mira con atención. Lo que me llevó a la convicción de que su abcedario no podía demorarse más. Y a matacaballo se lo hice en el transcurso de una semana.
Este abecedario está a la última, porque no tiene che, ni elle, que han sido desahuciadas por la autoridad competente. También carece de uve doble que verdaderamente no es española. No es que esté en plan rancio, pero no!
Lo primero es hacer la lista de palabras que correspondan a imágenes contundentes y atractivas para ella. Lista que consensué con sus primos, Nico de 11 años y Jorge de 8.
Lo segundo es comprar el papel, en Cartulinas la Riva. Papel de acuarela de 500 gramos por metro cuadrado y de grano fino, cortarlo y doblarlo. Resultando dobles hojas, que simples miden, más o menos, 18 X18 cm.
Lo tercero es dibujar en la página de la derecha la ilustración y en la de la izquierda la palabra ilustrada. Escrita con tinta azul y pluma estilográfica en letra cursiva.
Lo cuarto es encuadernarlo. Según un método que me he inventado que está muy bien. Es una versión de la encuadernación española. Que consiste en coser los cuadernillos, en este caso las gruesas dobles hojas, a cintas, dos en este caso. La novedad ha consistido en que entre las cintas y el lomo está la tarlatana. De modo que los cartones de las pastas tienen pegados por la parte interior la tarlatana y por la exterior las cintas, con lo que quedan firmemente adheridos, pero con la apertura muy flexible. Por supuesto el lomo está rematado por las cabezadas correspondientes. Por último fui a comprar en Amadillo un papel-tela amarillo precioso y unas guardas, que parecen de Polloc, preciosas, con lo que rematé la faena.


Puede parecer que esté vacilando, pero da la impresión que a Elia le ha gustado, porque lo mira con mucho interés. Y también mira interesada el grafismo de las palabras escritas.

Recuerdo con toda nitidez las primeras letras que vi, creo que ya lo dije en otro post, me la enseñó doña Ana cuando yo tenía cuatro años y ella, supongo rondaría mi edad actual. Era mi vecina, maestra jubilada. Y bajaba las escaleras del primero izquierda al bajo derecha, donde vivía ella. Y en esas mañanas inolvidables me enseñaba esos mágicos dibujos que son las letras ¡Lástima que no fuéramos chinos en la China! Porque si hay algo que me mata es no conocer la escritura oriental. Ya lo creo que se puede, pero es que por más que lo intento ¡no se me quedan esos signos maravillosos!

Verdaderamente cuando hago abecedarios para mis nietos, de quien primero me acuerdo es de doña Ana. Bueno, no nos engañemos, antes que de doña Ana me acuerdo de ellos, en este caso de Elia. He tratado de adoptar su punto de vista para conseguir que cada dibujo sea el más adecuado.
A continuación muestro las ilustraciones de este abecedario.

Y esto es todo por el momento. Que estoy en deuda con Jorge que tengo que urdir un libro del que ya tengo el prota, CELÉNTERMAN.


2 comentarios:

Ana dijo...

Es el libro más fantástico y a Elia le encanta!!!!! <3 :)

saltes dijo...

¡En Elia estaba pensando todo el rato!