Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 29 de enero de 2012

La lengua podrida.



LO POLÍTICAMENTE ESTÚPIDO.

Con lo llamado "políticamente corrrecto", qué más bien es políticamente miope el idioma se está jodiendo. Por ejemplo, si se refiere uno a un grupo de amigos en el que todos son hombres se dice amigos. Si son mujeres se dice amigas. Y si hay hombres y mujeres se dice también amigos . Eso es lo correcto. Pero ahora es frecuente que se dida amigos-amigas o amig@s ¡que es el colmo!

En el blog de Joaquín Leguina, que os recomiendo vivamente, hace tiempo apareció un artículo titulado " Queridas miembras" sobre el tema, de modo mucha más brillante de como lo estoy haciendo. Allí se decía que en el lenguaje es esencial la economía, y esa es la razón por la que en vez de decirse amigos-amigas se dice amigos. Eso no es debido a que "el lenguaje sea machista" como se suele inferir con un entusiasmo reivindicativo que me parece del todo ridículo.

Como es ridículo lo que venía escrito en los sobres de las cartas que me mandaban de la Complu "Profesor/Profesora Don/ Doña Tomas etc." ¿Es tan dificil poner profesor don a quienes sean hobres y profesora doña a quienes sean mujeres? Por otra parte ¿qué coño le importa a nadie si el docente en cuestión es hombre o mujer? ¡Que pongan Prof. o que no pongan nada!

Hace unos día me refería por escrito a los de un sitio. Y aunque en este caso concreto me parece que son mujeres ¿por qué voy a tener que poner a las de? si el que fueran hombres o mujeres no venía al caso.

Tal reivindicación me parece gilipollas. Porque además me da la sensación de que se pone terminación que indica feminidad cuando se quiere diferenciar ya que cuando no se quiere diferenciar se pone la terminación indeferenciada que comprende tanto lo masculino como lo femenino ¿se tendría que reclamar una diferenciación propia para lo masculino? Estaría fatal porque iría en contra de ese principio de economía y porque es esencial en las lenguas que se alteren lo menos posible, porque así se preserva su eficacia a través de los tiempos y en todos los sitios donde se hable.

Lo que más me maravilla es algo que veo tan inequívocamente ridículo tenga tantos partidarios y tan ardientes defensores.

2 comentarios:

rubensan dijo...

Estoy de acuerdo socio, este puritanismo de lo políticamente correcto que impera últimamente da bastante repelús.

Una cosa curiosa que me comentaba un amigo, y en lo que no me había fijado, es que esto sólo se aplica a cosas positivas, pero no a las negativas. Es decir, es frecuente ver u oír Trabajadores y trabajadoras, amigos y amigas, compañeros y compañeras... pero nunca aparecen cosas como asesinos y asesinas, ladrones y ladronas, corruptos y corruptas... Parece que todo lo malo se reserva para el género masculino, mientras que al femenino, en este buenismo recalcitrante, sólo se le pueden asociar cosas buenas, que ya bastante tiene con la discriminación histórica.

saltes dijo...

Llevas razón socio. Y es q no me extrañaría q tanta estulticia pseudofeminista no acabe lastrando el derecho a la igualdad de trato de mujeres y hombres.