Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 9 de marzo de 2018

El día, triunfal, de las chicas.



EL DÍA DE LAS CHICAS.

Es lo que dice Elia, mi nieta, de 2 años y medio escasos.

Lo de la mani del "día de las chicas" ha sido impresionante y espero que haya marcado un antes y un después en este asunto.

Resulta que se puede ser varón o hembra, y si se hila más fino varón, hembra o hermafrodita, que es intermedio ¡Y ya está! ¡Es lo que hay!

¿Somos iguales todos?

Iguales en cuanto humanos y distintos en cuanto que cada uno es hijo de su padre y de su madre.

Los hay borricos que dicen que los hombres son mejores que las mujeres ¡y se quedan tan panchos!

Mejores ¿para qué?

¿Para todo? Pues no, para todo nadie es mejor que nadie.

Cada uno es cada cual. Lo que no evita que en relación con circunstancias concretas se formen grupos: grupos de mujeres, grupos de hombres, grupos de andaluces ¡grupos de lo que sea!

Somos iguales en cuanto humanos. Y en cualquier caso somos iguales en cuanto que tenemos unos derechos básicos como humanos.

Hay abusos que no se deben consentir como el que unos tíos se crean en el derecho de tirarse a cualquier tía que se le ponga a tiro.

Como es un abuso que en las empresas escurran el bulto de la parte de responsabilidad que les toca en la maternidad de sus empleadas o en la paternidad de sus empleados. Y en esto el estado tiene responsabilidad, porque debería imponer a las empresas la concesión no solo de permisos a sus empleadas cuando dan a luz, cosa que hacen generalmente, y a sus empleados para cuidar a sus bebés, cosa que no suelen hacer. Porque si, como ocurre, las empresas prescinden de sus empleadas por razones de parto, y eso les molesta, pero impiden que sus empleados tengan permisos para cuidar sus bebés. De modo que si las empresas tuvieran que prescindir tanto de mujeres como de hombres debido al tema de la natalidad se producirá necesariamente un igualitarismo laboral que es absolutamente necesario para los tiempos que corren.

Personalmente prefiero tratar con mujeres que con hombres. Las encuentro más dulces, más tiernas, más amables ¡y muy listas! Porque, por ejemplo ¡Hay que tener muchos guevos para hacer el diccionario de uso del español que hizo Doña María Moliner ella solita! Como ¡hay que tener muchos guevos para hacer el diccionario filosófico Don José Ferrater Mora él solito!

Las mujeres y muchos hombres estamos hartos de que se las atropellen del modo que se las atropella. 

Y muchos hombres estamos hartos de que nos confundan con esos energúmenos machistas.

¡Ya está bien!



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