Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 24 de abril de 2011

Gato por liebre, pero de angora.

LOS USURPADORES.



Le decía yo a Amalia, el año pasado cuando era alumna mía, lo que había dicho en su momento Marcel Duchamp, y que yo había leído en un libro de Zóbel: “El arte es lo que los artistas dicen que es arte”.

Y me contestó: “¡Que te lo crees tú! El arte es lo que dicen que es arte los directores y los gerentes de los museos, los curadores, los críticos, los comisarios, los galeristas, los coleccionistas y gente así. Y lo que dicen los artistas no cuenta ¡los artistas no pintan nada! Porque son el último mono”.

Esto que planteo parece un conflicto gremial ¡y no es así! Aunque crea que arte es lo que dijo Duchamp.

El problema está en saber quienes son artistas y quienes no lo son.

Un artista no tiene por qué ser un licenciado en bellas artes, ni un discípulo de un maestro, ni un autodidacta. Un artista es quien hace cosas o propuestas que son obras de arte.

Y eso ¿cómo se sabe?

Para saber eso no hay reglas. Ni sirve la lógica.

¿Entonces?

Entonces estamos jodidos. Porque cada uno se tiene que guiar por lo que le parece. Y los museos, y lugares semejantes se tienen que guiar por lo que le parecen a sus responsables.

Y ¿no es eso lo que pasa?

Pues no es eso lo que pasa. Lo que pasa es que esos responsables suplantan a los artistas y dicen lo que ellos quieren decir eligiendo obras “ad hoc”.

El problema está en que los directores y los gerentes de los museos, los curadores, los críticos, los comisarios, los galeristas, los coleccionistas y gente así ¡debe ser, por naturaleza, gente subalterna! cooperadores necesarios. Su poder es grande, pero como lo ejerzan en el papel de protagonistas ¡se jode la marrana porque irremediablemente te dan gato por liebre! Claro que como hay tantos rebaños de gente curiosa, sumisa y voluntariosa que ni se entera, pues el crimen queda impune. Pero no nos engañemos, la mayoría de la gente vive de espalda al arte por eso, porque se le da gato por liebre.

Y se da el caso de que exposiciones distintas, de naturaleza distinta, resultan indistinguibles. En todas la misma cantidad ingente de fotitos enmarcadas, de documentos, de portadas y recortes de prensa, de aparatejos. Y ¿por qué se parecen tanto? Porque son del mismo autor. Que es el director del museo. Y esas exposiciones se parecen muchísimo a otras que se han visto en otros museos que en aquel momento han tenido ese mismo director. Porque un responsable de un museo tiene que dar luz verde al talento de los demás en beneficio del público. Y no usar a los demás para marcar siempre el mismo rollo.

Y ¿qué pasa por eso?

¡No pasa nada!




martes, 19 de abril de 2011

Mágia pictórica.

Hoy mismo, el 19 de Abril de 2011, el Salterio cumple 4 años.

Por lo que es necesario sacar este post nº 215 en día tan señalado, a pesar de que el 214 lleva tan solo un par de días en el espacio virtual.
Este post se lo dedico a los seguidores del Salterio ¡que ya son muchos! y andan repartido por todo el planeta. Sobre todo en el área hispano-parlante.


¡¡¡SALUDOS CHICOS!!!




MINÚSCULO MISTERIO.

Hay misterios grandísimos y los hay minúsculos.

A mi me sorprenden aún más los pequeños que los grandes. Porque el que un misterio sea grande es lo suyo. Pero si es pequeño es rizar el rizo.

Os voy a contar uno que me subyuga: el correspondiente al color blanco transparente. Si uno tiene, por ejemplo, un vaso lleno de té ve que tiene un dorado transparente. Si le echa agua se pone más claro. Pero si le mete de nuevo la bolsita se oscurece. Si se trata de un té muy retinto se puede llegar a obtener un líquido muy oscuro, hasta el extremo de dejar de ser transparente al volverse casi negro. Pero si se mete la cucharilla y se aproxima al lado desde el que se mira, se llega a ver la cucharilla dorada, luego no ha dejado de ser transparente. Cuanto más agua se le eche más claro se vuelve sin dejar nunca de ser transparente.

Pero si en un vaso con té se echa un chorrito de leche, el té se aclara ¡pero se vuelve opaco! Eso es lo que ocurre con la pintura blanca, que aclara pero blanqueando, opacando. La acuarela, que es transparente se aclara con agua y al dejar pasar la luz que refleja el papel y los colores siempre son transparentes aunque pueden llegar a ser muy claros. Si se le echa blanco ¡la hemos jodido! porque ya no es acuarela. Es algo de nombre muy raro e impropio que casi nadie sabe o recuerda. Es la gutapercha.

El blanco se emplea mucho para aclarar pintando ¡pero tiene esa servidumbre! ¿Habrá un blanco, para mí decía, que aclare sin blanquear? Y hacía unas guarrerías con blanco de España, que blanquea poco, pero con pobres resultados. Y un buen día, mirando la carta Rembrand de Talens veo que hay ¡un blanco transparente! Y efectivamente compruebo que aclara los colores sin blanquearlos, pero, naturalmente al ser transparente los colores así aclarados cubren poco.

Lo comento en el economato de bellas artes dónde fui a comprarlo y ni Silverio, que es el dueño del establecimiento, ni Rueda, que es magnífico profesor y artista, me acaban de entender.

Digo: Dame un color. Y me da un rojo. Ahora un blanco de titanio y un blanco transparente.


Cojo un poco de rojo, lo mezclo con un poco de blanco de titanio y sale rosa.


Luego mezclo otro poco de rojo con blanco transparente y sigue siendo rojo, pero más claro, y más transparente ¡pero no sale rosa! Se quedaron con la boca abierta. ¡Pues yo lo vendo como otro blanco cualquiera! dijo Silverio.


Ahora ya sabe que no es un blanco cualquiera. Con ese nombre, digo yo, es lo suyo que lo sepa.


Pero no hay problema porque , como digo, ya lo sabe.








domingo, 17 de abril de 2011

La fuerza del diablo.



LA MUERTE LIMPIA.


Veo hace unos días en la tele al presidente Obama que se quita la elegante chaqueta y con la proximidad que depara estar en mangas de camisa, aunque pelín distante debido a su contundente corbata, promete un futuro de energías limpias, que incluye la energía nuclear.


¿Se refiere a que esta energía depara una muerte limpia? ¿Que la gente, no se sabe cuanta gente, se muere limpiamente de cáncer en una limpia cama de un limpio hospital o de su propia casa entre limpias sábanas y ataviado con limpio pijama?


Es verdad que la electricidad basada en la combustión del carbón o del petróleo es muy sucia. Porque echa a la atmósfera ingentes cantidades de mierda y habría que cortarse un pelo.


Además produce CO2 que anda acojonando a todo el mundo debida a la machacona propaganda relativa al efecto invernadero que aumentaría la temperatura del planeta un par de grados con lo que muchos lugares costeros se inundarían ¡Es malo, pero tiene remedio! Porque, aparte de que se ahorraría mucha energía en calefacción, una infinidad del espacio hoy asolado por los hielos se volvería habitable. Mientras que la energía nuclear va haciendo a este planeta cada vez más inhabitable.


De lo que parece que no se puede hablar es de contener un poco la producción de energía. Se dice que se necesita mucha. Creo más bien que como se produce tanta hay que gastarla como sea. Es que ni siquiera se toman el trabajo de llevar la energía sobrante a los lugares donde carecen de ella, o de instalar allí las plantas productoras que aquí no hacen falta.


Creo que hay que hacer lo que sea antes que persistir en esta locura de la energía nuclear ¡Porque es diabólica!


¿Y por qué es diabólica?


Porque muchas de sus radiaciones tienen una longitud de onda tan pequeña que están a la escala de los códigos genéticos de nuestras células y los golpean y los alteran. Dislocándolos de tal modo que las células afectadas se reproducen incontroladamente produciendo crecimientos anómalos que afectan la funcionalidad del órgano al que pertenezcan, produciendo lo que, lisa y llanamente, se llama cáncer.


También debido a esa pequeñez incide sobre los átomos de los elementos que están próximos, volviendo a muchos de ellos radiactivos, con lo que ese efecto contaminante se multiplica indefinidamente.


Muchos de esos elementos radiactivos son naturales, de hecho el 20 % de los elementos naturales son radiactivos. Lo que es artificial es concentrarlos y generar otros muchos debido a esa concentración. Concentrados son muy dañinos y luego ya no se pueden dispersar.


El mero hecho de acumular masas críticas de sustancias radiactivas, como el uranio provoca una reacción en cadena que desprende una gran cantidad de energía radiactiva que se disipa en parte en forma de calor. Ese calor es el que se aprovecha inyectando agua, produciendo vapor que mueve las turbinas.


Pero la mayor parte de la energía desencadenada es inútil porque resulta inmanejable. Y parte de la producida se emplea en anular esa energía inútil bombeando agua para enfriar el sistema continuamente.


Porque un reactor nuclear es una especie de bomba atómica cautiva, que está resuelta a explotar en todo momento y que contienen esa tendencia natural con inhibidores, y sobre todo enfriándola con corrientes de agua fría. Si falta agua que la serene, esa fiera enjaulada destroza la jaula y todo lo que encuentre a su paso.


Si el reactor se jode deja de producir electricidad, por lo que no se puede refrigerar con la energía eléctrica propia y hay que traerla de otro sitio. Y si esa corriente externa se interrumpe, como ha ocurrido, y puede ocurrir más veces ¡es la debacles!


Porque el reactor no para de producir energía radiactiva que parte se transforma en calor y parte contamina de radiactidad el medio. No hay modo de reducirla, sobre todo en situaciones críticas. Se producen explosiones ¡Y FUGA DE RADIACTIVIDAD! del propio reactor y de la piscina llena de agua contaminada que no puede mantener frío el material radiactivo usado ¡qué sigue siendo radiactivo! Y de quedarse en seco produciría una catástrofe radiactiva.


Dicen que las centrales nucleares son muy seguras ¡ya veis los seguras que son! Son seguras mientras no surjas contingencias imprevistas ¡y surgen! Y mientras los gestores de las centrales no mientan ¡y mienten!


Los reactores nucleares producen muchas sustancias radiactivas que son fluidos, como líquidos y gases que pueden respirarse y beberse con lo que queda uno contaminado, incubando un cáncer que más pronto o más tarde se lo llevará al patio de las malvas. Bien es verdad que allí vamos a terminar en cualquier caso ¡Es lo que deben pensar los dueños del chiringo!


Pero no hay que estar a la vera de una catástrofe nuclear para joderse uno. Porque puede contaminarse a miles de kilómetros, comiendo alimentos de animales o plantas contaminados. Y lo jodido del caso es que como la energía en cuestión es limpia ¡pues están limpios!


Si uno, por ejemplo, se va a la compra y ve que las verduras, la fruta, el pescado y la carne están hechos un asco, sucios y podridos ¡pues no los compra! Si están solo sucios los puede lavar. Pero ¿cómo se limpia de radiactividad un alimento? Y ¿y cómo se sabe que es radiactivo?


Habrá que pensar el llevar un contador Geiger al super. Pero ¿dónde lo venden? ¡Seguro que acabarán vendiéndolos! Está llamado a ser el electrodoméstico indispensable.





sábado, 9 de abril de 2011

¡Esto es vida!


La noticia es que la primavera está reventona en estos momentos.


Han florecido a la vez que las glicinias



los lirios



y las lilas


Y esto es más que cuando se alinean los planetas.

La experiencia dice que es pasajero.


Pero ahorita


¡Lo que es ahorita mismo!


¡Lo estamos disfrutando!


Y no es que no nos vayan a quitar lo bailado.


Que, desde luego, no nos lo van a quitar


¡Pero lo importante es que estamos en mitad del baile!


Y el que no se de cuenta es porque es más tonto que una mata de habas



Que por cierto

las matas de habas

¡También han florecido!





Así que ¡FELIZ PRIMAVERA A TODOS!


domingo, 3 de abril de 2011

Prisa por irse.

EL ORIGINAL Y LA COPIA.

Este es un tema manido. Ya lo sabemos.


Si uno va al Prado y delante de los borrachos de Velásquez, por ejemplo, hay un caballete sobre un hule, para no manchar el suelo, con los mismos borrachos a medio pintar por un tío, allí presente, que evidentemente no es Velázquez, el cuadro de la pared es el original y el del caballete la copia. Como son copias los cuadros de los libros de Eskira. En esos casos todo está muy claro, pero no siempre es así, porque, por ejemplo, la Gioconda del Prado se tiene por copia de la del Louvre, y hay quien defiende que la del Prado también es de Leonardo. Y si es de Leonardo ¿es una copia? Y si fuera un ensayo para hacer la del Louvre ¡esta sería la copia! ¿no? Y los billetes de banco ¿son copias o son originales?


Todo esto lo traigo a colación porque ayer fui a ver y a escuchar a Adele. No es algo que tuviera preparado, sino que Ana me dijo que una amiga suya, y también mía, se había tenido que ir rápidamente a Londres convocada por su jefe monstruoso. Y es lo que pasa “cuando me dices ven lo dejo todo”. Total que quedaron dos entradas libres y arrastrando a mi chica nos plantamos con las dos hijas en la Riviera.


El destino es caprichoso y acordeonil porque primero que vamos ¡que oportunidad! Porque a mí Adele me encanta. Porgo un CD con canciones suyas mientras pinto, porque pintar a palo seco es un coñazo insoportable ¡A las 8 en el andén de Príncipe Pío. Ya es un poco tarde. Tiro el paquete de café vacío a la basura. Y en vez de encestar desde lejos, que es mi costumbre, lo empujo para reducir el volumen ¡Joder! me viene a la memoria la botella que tumbé, que se rompió, que recogí y que tiré a la basura. También me recordó lo que habían dicho en el telediario que en no sé qué pueblo un pibe rompió una botella y se la clavó a otro. Y me vino a la memoria porque sentí el tajo ¡A buscar el betadine, los puntos que se pegan. Y todo eso con el dedo sangrando como un cerdo ¡la tirita! ¡que se hace tarde!


Salimos por fin a coger el metro. Antes de llegar a Alonso Martínez el metro se pone a caminar despacito…Parece que se ha jodido. Efectivamente, la megafonía dice que por avería en el tren habrá un retraso de varios minuto, de 15 minutos, y se para. Echa a andar despacito y renqueante y llega por fin a Alonso Martínez “salgan por favor y esperen unos minutos al próximo tren. Este tren no admite viajeros”.


Allí estaba Ana que también iba con retraso “Ya he avisado a Isa”. Llegamos por fin. Sacamos las entradas, dos fornidos seguratas miran dentro de los bolsos y cachean a los tíos. A mi me dispensan de la prueba porque parece que la edad exime de sospecha. Llegamos a las tantas ¡pero super a tiempo! El telonero aún no se había puesto en producción. Y estuvimos charlando un poco en remotos sofás en la penumbra


¡Va a empezar Adele! Nos acercamos a las escaleras del fondo de la sala porque no estábamos por la labor de meternos en el bochinche ante el escenario. Pero claro a Adele apenas si se le podía distinguir en la distancia. La ferviente basca lo perdona todo, porque la iluminación, mejor la oscurización, era penosa. Y el sonido a través de la megafonía no tenía nada de la calidez del directo ¡La oigo mucho mejor en mi viejo loro heredado de mis hijas! ¿Qué es el original y qué la copia? Aquello, la presentación de un nuevo disco, más que un original parecía una copia presencial del disco en venta.


Lo peor de todo vino al final, cuando la artista no se dignó a corresponder a su entregado público ni con un mínimo bis.


Pero a lo mejor ella era inocente de todo, porque es posible que los ribereños, por una parte, tuvieran prisa por irse y por otra parte no tuvieran el sitio debidamente acondicionado, por lo que parecía copia lo que era original. En cualquier caso Adele es adorable.